La universidad “pública” se está desmoronando. La situación de las diferentes universidades de Barcelona es crítica. La UB tiene una deuda de 60 millones de euros – en gran parte con empresas y bancos, como por ejemplo con Caixa Catalunya una caja que ha sido rescatado con dinero público -, el parque científico de 100 millones y la Generalitat tiene una deuda, con la propia universidad, de 53 millones de euros. En total más de 200 millones de deuda. La UPC ha anunciado un recorte de presupuesto del 10,6%. Esto implicará el despido de unos 300 trabajadores. Estos mismos, a través de asambleas, han decidido ponerse en huelga indefinida a partir del próximo 25 de Abril.
Esto ha provocado que la conflictividad dentro del marco universitario aumente. En la UPC algunos trabajadores y estudiantes están ocupando el Rectorado. Los recortes en la UB que aún no están del todo claros, apuntan hacia una reducción de más del 10% del presupuesto. Para afrontar esto la UB está pensando en la venta de patrimonio; esto implicará una reducción de facultades. Ahora mismo hay 19 y se está hablando de dejarlas en entre 7-12. Esta medida supondrá un aumento de alumnos por facultades y el despido o la no renovación de contrato de trabajadores – que aproximadamente sería de unos 800 trabajadores – y una disminución de departamentos proporcional a la reducción de plantilla y al número de facultades. Cosa que ha provocado que los estudiantes se movilizasen para parar un Consell de Govern – reunión donde se pretendía dar luz blanca a los nuevos presupuestos – y a que los trabajadores empiecen a organizarse en asambleas para discutir como tienen que luchar para intentar frenar estos despidos.
Desde No Pasarán creemos que para conseguir una universidad pública gratuita, universal, garantizada con becas salario, al servició de la clase trabajadora y del resto de sectores oprimidos, donde todos los trabajadores de la universidad pasen a plantilla fija y sean contratados por la administración, donde toda la sociedad tenga cabida, controlada por los estudiantes y los trabajadores; tenemos que apostar por un movimiento estudiantil democrático de base y combativo, con asambleas masivas que nos sirvan para organizar la lucha y para discutir que tipo de medidas queremos llevar a cabo, sin perder de vista la necesidad de empalmar con la clase trabajadora dentro y fuera de las facultades. En la actualidad, si tomamos como ejemplo el movimiento estudiantil de Chile o del Quebec, donde se ha conseguido plantear una lucha que va más allá de la universidad, nos damos cuenta de que los estudiantes han conseguido que su lucha esté más respaldada, cuestión que la ha hecho más potente.
Tenemos que luchar para acabar con este régimen universitario. Donde la “democracia” no existe ya que se basa en órganos donde, a la hora de votar, el voto de los estudiantes cuenta mucho menos que el de los catedráticos, siendo los estudiantes mayoría dentro de la universidad. Por dicha razón consideramos que es necesario refundar la universidad con asambleas que respondan a los estudiantes, al PAS y al PDI donde todos, de una manera democrática – una persona 1 voto -, podamos decidir que universidad queremos y como queremos que se gestione.
Estos ataques se enmarcan dentro de un contexto de crisis del sistema capitalista que en el Estado español se expresa en una crisis política que hace temblar los cimientos del Régimen del 78, como la Monarquía o las instituciones “democráticas” como el Parlamento o el Senado. De la misma manera que a finales de los años 60s los universitarios llegaron a la conclusión de que si no se luchaba contra la dictadura era imposible que el movimiento universitario consiguiera mejoras de ningún tipo; en el contexto actual, también es imposible frenar los recortes sin antes derribar el régimen actual.
Por eso consideramos que solo podremos parar los ataques contra la universidad “pública” si planteamos una gran ofensiva que sepa empalmar con la clase trabajadora. Tenemos que conseguir llegar a convocar una asamblea constituyente revolucionaria en el Estado Español sobre las ruinas del actual régimen, que nos permita a los trabajadores, estudiantes y al resto de sectores oprimidos de la sociedad resolver las grandes demandas democráticas que se escuchan en la calle – contra la corrupción, por el derecho de autodeterminación, contra los Borbones… – y también los grandes problemas sociales, como el paro, los desahucios, y por supuesto la liquidación de la educación pública. Una asamblea que pueda discutir sobre todo, también sobre como gestionamos los medios de producción con el objetivo de cubrir todas las necesidades de la sociedad. Por eso es necesario que nos planteemos como objetivo la expropiación y la nacionalización de las grandes empresas, transportes y de la banca bajo control de los trabajadores, impuestos confiscatorios sobre las grandes fortunas y otras medidas de este tipo que garanticen una educación pública, gratuita y al servicio de los trabajadores y el pueblo.
La lucha del movimiento estudiantil debe ser parte de un combate contra el Régimen y el sistema capitalista, que con los trabajadores a la cabeza permita ir levantando asambleas y órganos de democracia directa en los centros de trabajo y estudio, que abran el camino para derrotar a esta democracia para ricos y para poder imponer una democracia de los obreros y sectores populares, una República de los trabajadores.