Manolis Glezos: “Pido disculpas al pueblo griego por haber contribuido a crear esta ilusión”

El histórico militante comunista griego, héroe de la resistencia antinazi y eurodiputado de Syriza, escribe un demoledor artículo contra la política de compromiso del gobierno de Tsipras.

Desde Bruselas, donde ocupa un asiento como eurodiputado de Syriza, el emblemático Manolis Glezos critica sin cortapisas al gobierno griego por su claudicación ante la Troika y el giro crecientemente conservador del partido liderado por Alexis Tsipras.

Manolis Glezos (9 de septiembre de 1922, Apiranthos, Naxos) es un histórico militante de la izquierda griega, periodista y escritor, famoso mundialmente por su participación en la resistencia a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1939 participó en la creación de un grupo antifascista de jóvenes contra la ocupación italiana del Dodecaneso y contra la dictadura de Metaxas. En el inicio de la Segunda Guerra Mundial intentó unirse al ejército griego para luchar en el frente albanés contra Italia, pero fue rechazado porque era menor de edad.

El 30 de mayo de 1941, a la edad de 18 años, él y otro de sus camaradas, Santas Apostolos, subieron a la Acrópolis y quitaron la bandera nazi, que se había colocado allí el 27 de abril de 1941, al entrar las fuerzas nazis en Atenas. Este fue el primer acto de resistencia que tuvo lugar en Grecia, y probablemente uno de los primeros en Europa. Un gesto que cobró notoriedad inmediatamente e inspiró a muchos otros posteriores.

Con esta tradición en sus espaldas, Glezos fue este lunes lo principal voz crítica a la política del gobierno griego, comandado por Alexis Tsipras, en las negociaciones con la Troika.

El artículo, publicado en el sitio web del “movimiento Ciudadanos Activos”, integrante de Syriza y del cual Glezos es el principal referente, comienza con una frase lapidaria: “Pido disculpas al pueblo griego por haber contribuido a crear esta ilusión”. Reproducimos aquí el artículo completo:

“Antes de que sea demasiado tarde:

Renombrar a la Troika como “instituciones”, al memorándum como “acuerdo”, y a los prestamistas como “socios”, de la misma forma que llamas pescado a la carne, no cambia la situación anterior. Tampoco cambia desde luego el sentido del voto del pueblo griego en las elecciones del 25 de enero de 2015.

El pueblo votó lo que Syriza había prometido. La anulación del statu quo de la austeridad, que no es sólo la estrategia de la oligarquía alemana y de los prestamistas europeos, sino también de la oligarquía griega. La anulación del memorándum y la troika, así como todas las leyes de la austeridad. Al día siguiente de las elecciones, con una sola ley, anular la Troika y sus consecuencias.

Sin embargo, ha pasado un mes y esto no se ha convertido aún en realidad. Una pena, una auténtica pena.

Por mi parte, PIDO DISCULPAS al pueblo griego, por haber contribuido a crear esta ilusión.

Sin embargo, antes de que el mal avance más de la cuenta, antes de que sea demasiado tarde, contraataquemos. Los miembros, amigos y simpatizantes de SYRIZA, deben realizar reuniones extraordinarias, en todos los niveles de organización, deben decidir si aceptarán esta situación.

Algunos argumentan que para hacer un compromiso tienes que retroceder. En primer lugar, entre opresores y oprimidos no puede haber ningún compromiso, al igual que entre esclavos y conquistadores, la libertad es la única solución posible. Pero incluso si aceptamos este absurdo, las concesiones ya hechas por los anteriores gobiernos pro-memorándum, que han traído desempleo, austeridad, pobreza y suicidios, ya han llevado a este país más allá de los límites de la retirada.”