Zaragoza en Común ¿En qué va a quedar la disolución de la unidad policial UAPO?

El nuevo alcalde de Zaragoza en Común ha propuesto una “reforma” de la policía local que no cuestiona la institución y que tendrá que afrontar qué hacer con la UAPO (Unidad de APoyo Operativo) de la Policía Local de Zaragoza , odiada por buena parte de la juventud.

La disolución de la UAPO, Unidad de Apoyo Operativo, es una demanda antirrepresiva de buena parte de las organizaciones de izquierdas y los movimientos sociales zaragozanos. Esta unidad es la encargada de la represión y el acoso a la juventud en sus lugares de ocio. Son conocidas sus redadas, multas, palizas, vejaciones o sus cargas de carácter racista contra inmigrantes. Pero también es una unidad que se ha utilizado en ocasiones contra manifestantes y activistas.

Fue creada en 2007 al calor de la gran operación de especulación urbanística de la Expo. El Ayuntamiento de Zaragoza, gobernado entonces por el PSOE en coalición con CHA, bajo el pretexto de “velar por la seguridad ciudadana, y de servir de apoyo al insuficiente número de dotaciones policiales” crearon una nueva unidad que se dedicó a vaciar zonas de marcha populares como “el rollo” a base de redadas o acabar con el “botellón” y en general todo acto recreativo de los jóvenes en muchos parques y plazas.

Desde entonces se han sucedido numerosos casos de brutalidad policial por parte de esta unidad. En algunos de ellos las víctimas se han atrevido a denunciarlo públicamente. Es el caso de la agresión sufrida por tres chicas en abril de 2012 en una fiesta de cumpleaños sobre la que se cursó una denuncia (http://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza_provincia/zaragoza/2012/04/19/denuncian_agresion_tres_chicas_por_parte_uapo_184565_301.html) o la detención y tortura denunciada por un joven tras haber asistido a un concierto de reggae en 2014 (https://www.youtube.com/watch?v=7fHgCwfmRT4). Estos y otros posibles casos que no han salido a la luz, alientan el rechazo a la represión policial entre muchísimos jóvenes y han convertido la consigna de #UAPODisolución en un típico cántico en muchas manifestaciones de los últimos años.

Pedro Santisteve, actual alcalde de Zaragoza por ZEC, propuso la desaparición de la UAPO, argumentando que “realiza funciones que corresponden a la Policía Nacional”. Una propuesta que no rechaza ni denuncia la terrible labor de este cuerpo, si no más bien le pasa la pelota a otro cuerpo policial dependiente del Estado central. Viene a decir que para acosar a la juventud y reprimir la protesta social la nacional es más que suficiente. En el mismo sentido no hay ni una palabra sobre qué hara el nuevo equipo de gobierno con los responsables de los casos de malos tratos, abusos y torturas ya sucedidos. ¿Seguirán patrullando las calles como agentes comunes?

Aún así los principales partidos de la casta municipal ya han salido en defensa de esta odiada unida. Uno de los más firmes defensores ha sido el portavoz municipal del PSOE, Carlos Pérez Anadón, concejal delegado de la policía local de Zaragoza en los últimos doce años que definió recientemente a la UAPO como “una unidad que ha dado muy buen resultado”

Del “UVE No” a “UAPO Disolución”

La UAPO no es el primer cuerpo de la policía local de este tipo. De hecho podemos considerarlo como el heredero de la Unidad de Vigilancia Especial. La UVE estuvo operativa desde 1980 hasta 1990 y fue finalmente disuelta gracias a la movilización y presión popular.

En 1979 el PSOE había ganado la Alcaldía de Zaragoza. El nuevo alcalde de la ciudad era Ramón Sáinz de Varanda -cuñado del anterior alcalde franquista Cesáreo Alierta- y su número dos Luis Roldán, futuro director de la Guardia Civil durante la etapa de terrorismo de Estado contra la izquierda abertzale e implicado en diversos casos de corrupción.

El nuevo gobierno propuso la “modernización” de una Policía llena de mandos franquistas. Como medida estrella instituyó en 1980 esta unidad. Sin embargo se compuso nada menos que de destacados ex miembros de la Brigada Político Social del Franquismo. Fue un caso más de una “modernización” basada en el reciclaje del aparato represivo de la dictadura para nutrir el de la “democracia”. Los grises pasaron al azul y muchos torturadores siguieron en activo en las comisarías o en la guerra sucia.

La nueva unidad se destacó en la persecución y las palizas a sindicalistas, militantes de izquierda y activistas sociales en los Pinares de Venecia, donde eran abandonados. También apalearon a personas en situación de indigencia. En numerosas ocasiones se les veía realizando estas “tareas” junto a conocidos jóvenes nazis de la ciudad.

Como la UAPO de hoy, la UVE de ayer tenía entre sus principales funciones el acoso a la juventud. Fueron tristemente famosos sus asaltos habituales a conciertos y zonas de ocio, o los casos de extorsión, robo o agresión a traficantes y proxenetas, con el objetivo de obtener servicios sexuales o droga, así como algunas agresiones a periodistas. El caso más dramático y que precedió a su disolución fue el asesinato de un joven desarmado de 16 años.

La demanda de “UVE No” fue bandera de la izquierda local y los movimientos sociales durante toda la década de los 80. Se pusieron en pié movilizaciones y campañas, hasta que se consiguió en 1990. Sin embargo esta disolución “salvó los muebles” de los “uves”. La alcaldía del PSOE redistribuyó a esos mismos agentes en otras unidades sin ningún tipo de limpieza interna. Y de hecho muchos de estos veteranos fueron recolocados en 2007 como mandos e instructores de la nueva UAPO.

¿Se puede acabar con la UAPO tendiendo la mano a sus creadores?

La disolución de la UAPO por parte del gobierno de ZEC es muy posible que se encuentre con la muralla del PP y el PSOE. Es muy poco probable que los socialistas “padres” de este cuerpo y su antecesor de los 80, le den los votos necesarios a Santiesteve. En este punto la estrategia de mano tendida hacia la “casta de izquierda” de la ciudad muestra un límite muy profundo. Pero no se encuentra sólo con límites “ajenos”. Santiesteve no responde en qué consiste su propuesta de desaparición de la UAPO ¿Se repetiría la situación de 1990 de cambio de unidades de los “uves” acusados de malos tratos y palizas?

La “reforma” de la policía local de ZEC, similar a la que plantea Carmena en Madrid o Colau en Barcelona, de conjunto es un proyecto coherente con la estrategia de gestión de las instituciones de este régimen. Como tal puede plantear algunas “reformas” superficiales, pero ni siquiera pretende acabar con la impunidad reinante e imponer el juicio y castigo a los que llevan años haciendo carrera a golpe de abusos policiales.

La apuesta por un programa de regeneración democrática y de reformas respetuosas con los intereses de los grandes capitalistas no pretende tampoco poner fin a las estructuras represivas con las que se sostiene este orden social injusto. Esta estrategia, que cuenta como principal herramienta el cambio en acuerdo con la parte “progre” de lo viejo, es impotente para acabar con los problemas de paro, desahucios o miseria creciente… y también para resolver demandas democráticas elementales como el fin de la impunidad de la que gozan los cuerpos represivos.

Para conseguir el fin de esta unidad es necesario impulsar una fuerte movilización social de rechazo a este cuerpo y sus defensores, que exija su disolución, la constitución de comisiones de investigación conformadas por las víctimas de sus abusos y organizaciones anti-represivas y el juicio y castigo para los ex-“uapos”. Esto está reñido con las declaraciones en las que no se denuncian sus “tareas” y se pretenden dejar en manos de los “nacionales”. Para conseguir que los “uapos” desaparezcan de nuestras calles es necesario poner en pie un gran movimiento anti-represivo que incorpore estas demandas junto al rechazo a la ley Mordaza, la libertad de los presos políticos y el fin de la represión contra los luchadores, los inmigrantes y la juventud.

About Roberto Jara

Roberto Jara | Zaragoza