Rodrigo Rato, el PP y la decadencia del Régimen español

Rodrigo Rato, quien fuera Vicepresidente económico de José Aznar y responsable del “milagro” español, quien fuera parte de la terna para presidir el PP, quien presidió el FMI durante unos años y a continuación fuera presidente de Bankia, hoy es el máximo apestado de los dirigentes políticos.

 

Los dirigentes del PP ni le mencionan. Sin embargo, este jueves la policía aduanera fue a buscarlo a su domicilio y a su oficina, para revisar hasta el último rincón, para luego llevárselo detenido a las dependencias de la policía por “supuestos” delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Los agentes de Aduanas que se personaron en la vivienda del exministro lo hicieron siguiendo una orden judicial a raíz de una denuncia de la Fiscalía de Madrid, a causa de una denuncia interpuesta por la Agencia Tributaria.

¿Maniobra del Gobierno?

Todas las instancias que llevaron a poner a Rato hoy entre rejas (la denuncia, la orden judicial y la ejecución de la detención) han salido de instituciones dependientes del Gobierno. Para un Gobierno que supo capear el temporal de un escándalo mayúsculo como el del ex tesorero del PP, José Luis Bárcenas (y sus millones en Suiza), el hecho llama la atención.

Tanto que la línea de poner preso a Rato puede que haya salido desde las entrañas del mismo Gobierno que preside Rajoy. En especial, del Ministerio de Hacienda que encabeza Montoro. No por casualidad, éste dijo hoy por la mañana en el Congreso de los Diputados que todos somos ciudadanos iguales, a la vez que defendía el papel de la Agencia Tributaria (AEAT) en la lucha contra el fraude fiscal y presumía de que el Gobierno animaba la investigación de indicios de fraude más allá de los «nombres, actividades, relevancia social o afiliaciones políticas» de los posibles implicados.

Por ello es del todo posible que el Gobierno busque tratar a Rato como el chivo expiatorio para poder lavarse un poco la cara en un año electoral. El Partido Popular está seriamente afectado por los gravísimos casos de corrupción en toda la geografía española, en especial en Madrid y Valencia. Las encuestas le están dando una caída de votos importantísima y las elecciones de Andalucía lo confirmaron recientemente.

Puede que el Gobierno trate de usar entonces éste caso para reposicionarse en la carrera electoral y demostrar que es capaz de acabar con una de sus antiguas estrellas, aunque es dudoso que le alcance. Mañana ya están convocadas manifestaciones frente a las sedes del PP en distintas ciudades del Estado al grito de “FueraLaMafia17A”.

Alí Babá y los tropecientos ladrones

La maniobra le puede hacer salir el tiro por la culata. Es que en el caso de Rato no estamos hablando de cualquier dirigente político. Rodrigo Rato ha ocupado cargos políticos de máxima importancia. Vicepresidente de Gobierno con Aznar, director del FMI, presidente de Bankia (por lo cual está imputado en la causa de su fusión fraudulenta y salida a bolsa), prominente líder del PP. No se puede pretender que sea el máximo de los corruptos y que en el PP nadie se enterase. Incluso esto hay que verlo en contexto: Bárcenas, tesorero del PP con 42 millones en Suiza; el alcalde Madrid con un ático millonario en Marbella; el exconsejero de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid, Francisco Granados, detenido junto a medio centenar de políticos, empresarios y funcionarios en la llamada macrooperación “Púnica” contra la corrupción; el escándalo de las “tarjetas black” de Bankia-Caja Madrid en la que fueron imputados decenas de dirigentes (no sólo del PP, sino también del PSOE, IU, CCOO y UGT); en Valencia, una mayoría de diputados autonómicos imputados en casos de corrupción; en las Islas Baleares, el antiguo President, Jaume Matas, acusado en múltiples juicios, etc. ¿Acaso es posible que todo esto sucediera sin que nadie supiera nada?

Se pelean los de arriba

Veremos cómo se desarrolla éste caso en los próximos meses. No hay que olvidar que el jefe de la Agencia Tributaria anunció a principio de año que estaban investigando a 705 personas que se habían favorecido de la amnistía fiscal de Cristobal Montoro, para saber la procedencia de esos fondos.

Lo que está claro es que las peleas entre las camarillas políticas del Régimen del ‘78 son cada vez mayores. No hay institución que quede limpia. Dentro de los partidos políticos se están tirando flores… pero con las macetas incluidas. No hay día en que no surja un nuevo caso de corrupción.

El Régimen del ’78, de manera íntegra, es irreformable. A pesar de las ilusiones “podemistas” o “ciudadanistas”, no habrá ninguna “regeneración democrática” si no se derrumban todos los ladrillos podridos de éste edificio de corrupción.

Cada vez más se demuestra que el pacto de la llamada Transición Democrática, pergeñado por el Rey, el búnker y el PSOE-PCE, apesta a mierda, a mierda de los empresarios. Habrá de ser la movilización obrera y popular la que barra tanta inmundicia.

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