Cuatro años de cárcel para ‘Alfon’. Basta de persecución contra tantos luchadores

Alfonso Fernández Ortega, más conocido como Alfon ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a cuatro años de prisión. El joven activista fue imputado por un delito de “tenencia de explosivos” durante el transcurso de la Huelga General celebrada el 14 de noviembre de 2012, y juzgado el pasado 25 de noviembre. La Fiscalía pedía para Alfon una pena de cinco años y seis meses de prisión.

 

La sentencia a la que se ve sometido el compañero Alfon debe sumarse a la pena de 12 meses de cárcel a la que ya fue culpado y condenado anteriormente por el juzgado de lo penal número 26 de Madrid, por delitos de “resistencia a la autoridad y lesiones”.

Alfon es uno más de los cientos de casos de persecución a tantos luchadores que se están levantando al calor de la crisis económica en el Estado español. Sin embargo, como señaló el propio abogado, la sentencia a Alfon viene precedida de todo un montaje policial y plagado de irregularidades judiciales durante el mismo juicio.

Pero aquí no acaba el proceso de criminalización que ha sufrido Alfon en estos dos años. El caso reviste mayor gravedad teniendo en cuenta que después de ser detenido durante la Huelga General, el joven activista pasó dos meses en prisión preventiva en Soto del Real, interno en régimen FIES -Ficheros de Internos de Especial Seguimiento-.

El régimen FIES consiste en un mayor control y vigilancia del preso para obtener información. Las medidas utilizadas en este régimen son consideradas como «tortura blanca», causando un intenso sufrimiento y deterioro del interno.

El caso de Alfon puede considerarse como el paradigma de la actual política del miedo que ejerce el Gobierno del PP para contener a miles de activistas, trabajadores y jóvenes indignados que luchan por defender sus derechos y libertades actualmente en el Estado español.

Desde el surgimiento del Movimiento de los Indignados en 2011 y el aumento de las políticas de austeridad, estamos asistiendo a una campaña represiva que redobla esfuerzos en la criminalización de las protestas y la persecución de miles de activistas, que como Alfon, han sido sancionados y procesados por luchar contra las políticas de austeridad del Gobierno.

En este aspecto, la nueva “Ley Mordaza” que entró en vigor el diciembre pasado, es un punto fundamental a favor del Gobierno para endurecer las sanciones contra tantos activistas que luchan contra las políticas de austeridad y por la defensa de sus derechos, y a la vez que pueda servir de advertencia para muchos otros.

Desde Clase contra Clase, repudiamos fervientemente la persecución indiscriminada y oficializada del Gobierno y sus fuerzas represivas hacia tantos luchadores que defienden en las calles sus derechos y libertades. Consideramos la criminalización de las protestas y cualquier mecanismo institucional represivo que sirva para este fin, un verdadero atentado hacia nuestras libertades más elementales, y creemos que hoy más que nunca se debe tejer la mayor solidaridad con los detenidos y presos que luchan.

Así mismo, entendemos que la única forma para plantar cara a las políticas de austeridad del Gobierno del PP y los retrocesos en cuanto a los derechos y las libertades, es con la unión de todos los luchadores y poniendo en marcha grandes movilizaciones para dar cuenta de que estas campañas represivas no nos pararan.

¡Libertad para Alfon! ¡Anulación de las causas y procesos judiciales y libertad inmediata de todxs lxs presxs políticxs! ¡Basta de persecución y criminalización de las protestas! ¡Por la disolución de todas las fuerzas represivas! ¡Si nos tocan a unx nos tocan a todxs!

 

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