Andalucía: el PSOE se mantiene, el PP se hunde y se consolida Podemos

Las elecciones en Andalucía, la comunidad autónoma con más votantes del Estado español, dieron un triunfo al gobernante Partido Socialista (PSOE), que logró mantenerse en el primer lugar con 47 escaños, seguido del conservador Partido Popular que retrocedió mucho. La novedad es la irrupción de Podemos y Ciudadanos, que ingresan al Parlamento andaluz, y la debacle de Izquierda Unida.

Los socialistas (PSOE) ganaron este domingo las elecciones en la región de Andalucía (al sur del país), que han tenido como principal características la apertura del espectro político a dos jóvenes partidos, Podemos y Ciudadanos.

Con un parlamento regional de 109 diputados, que sitúa la mayoría absoluta en 55, los socialistas lograron 47 escaños, mientras que el Partido Popular (PP, centroderecha gobernante en el Estado español) obtuvo 33. Esto implica para el PP la pérdida de más de medio millón de votos, lejos de los 50 diputados que obtuvo en el 2012.

Por detrás quedó Podemos, que se presentó por primera vez en Andalucía tras su irrupción en la política española hace tan sólo un años. El partido liderado por Pablo Iglesias obtuvo quince diputados, que aunque es un poco menos de lo que indicaban las encuestas, es un resultado que consolida a la formación. La mejor elección la realizaron en Cádiz Capital, donde votaba la candidata de Podemos (y de Anticapitalistas), Teresa Rodríguez , quien logró quedarse con un 29% de los votos.
Ciudadanos (el nuevo partido de derecha liberal “anticorrupción”), otra fuerza ascendente, obtuvo nueve escaños.

La debacle la protagonizó Izquierda Unida (IU), cayendo de doce a cinco diputados. IU fue parte del gobierno de Andalucía hasta hace pocas semanas, cuando la socialistas Susana Díaz rompió el pacto de gobierno que mantuvieron durante años y convocó a elecciones anticipadas.

Con una mayoría simple, los socialistas tendrán que buscar apoyos para gobernar. Pero las alianzas no serán fáciles, porque los comicios de este domingo, aunque regionales, adquieren un significado especial a nivel nacional. También podrían optar por gobernar en minoría, contando con la abstención de alguno de los partidos minoritarios.

¿Del bipartidimo al cuatripartidismo?

Las elecciones andaluzas han abierto un año con varias citas en las urnas. En mayo habrá elecciones en trece regiones y unos 8.000 ayuntamientos de todo el Estado español. A finales de 2015 se celebrarán las legislativas para renovar el Parlamento nacional y formar Gobierno, eligiendo al nuevo presidente.

En la actualidad, el PP el que domina el Ejecutivo central y la mayoría de los poderes locales, con el PSOE en la oposición, pero todas las encuestas auguran una fuerte subida de Podemos y Ciudadanos, hasta el punto de que los cuatro partidos estarían separados por pocos puntos porcentuales.

Esta dispersión del voto ya está abriendo un escenario diferente, donde se pasaría de un régimen fuertemente bipartidista en los últimos 30 años, a uno con por lo menos cuatro fuerzas principales y un Parlamento mucho más fragmentado. También se especula con la posibilidad de que sean necesarios pactos para formar gobierno, lo que cambiaría aún más el panorama político español.

En el caso de Andalucía, la comunidad ha sido históricamente el principal centro de poder de los socialistas. Se trata de la región más poblada de España, con 8,3 millones de habitantes. El resultado de las elecciones está cruzado por la preponderancia del PSOE en la región, pero esta no es equivalente ni mucho menos en el resto del Estado español. Habrá que esperar a las elecciones de mayo en el resto del Estado español para tener un panorama más general de las tendencias políticas.

Por otra parte, los comicios andaluces tienen un interés especial. No sólo porque el peso específico en la arena política de esta importante comunidad tiende a mostrar tendencias estatales, sino por la propia performance de la actual presidenta regional y candidata socialista, Susana Díaz. La lideresa regional es vista por muchos sectores como una amenaza para el inexperto líder nacional del PSOE, Pedro Sánchez, que está al frente del partido desde hace menos de un año.

Podemos y Ciudadanos

Lo que sí confirman las elecciones de este domingo es la tendencia a la consolidación de Podemos y de Ciudadanos, dos formaciones que apuestan a algún tipo de “regeneración democrática”. Ambas formaciones han incidido fuertemente en el retroceso de las expectativas de votos de los dos grandes partidos, PP y PSOE.

La irrupción de Ciudadanos, como una formación liberal que cuestiona la corrupción del PP y el PSOE, aparece en primer lugar capitalizando el descontento con el PP por derecha, pero también poniendo un límite al ascenso de Podemos entre un sector desencantado de ex votantes del PP.

Tanto Podemos como Ciudadanos se han dedicado a cuestionar la forma de hacer política de los dos grandes partidos tradicionales, por lo que si ahora terminaran pactando con el PP o el PSOE para la formación de gobierno, tendrían que justificar eventuales pactos con ellos.

Andalucía y el espejo de España

La crisis económica capitalista ha golpeado especialmente a la relegada comunidad andaluza. El desempleo alcanza al 35% de la población y asciende al pavoroso 62% entre los jóvenes. Al menos 2,5 millones de personas se hallan en riesgo de exclusión social tras haber perdido sus empleos o sus viviendas, o ambas cosas. La concentración de la riqueza en manos capitalistas es tan escandalosa que el 50% de las tierras de cultivo se halan en manos de un 2% de grandes propietarios y terratenientes.

El gobierno andaluz, hasta hace pocas semanas un gobierno de coalición entre el PSOE e IU, ha venido aplicando hace años todos y cada uno de los planes de ajuste contra la población.

La convocatoria a elecciones anticipadas, producto de la crisis terminal de la coalición de gobierno entre el PSOE e IU tras una serie de desaveniencias entre los antiguos “socios”, pareciera haber operado como un límite a la crisis de los socialistas andaluces, repudiados por gran parte de la población e inmersos en diversos casos de corrupción en todo el Estado. Susana Díaz logró pasar satisfactoriamente la prueba de las elecciones anticipadas, pero eso no quita que el PSOE se siga manteniendo a los tumbos, sin lograr recuperarse de sus crisis a nivel de todo el Estado.

El panorama andaluz, de mayor fragmentación y mostrando la consolidación de Podemos y la irrupción de último momento de Ciudadanos, pareciera mostrar el sinuoso camino por el que puede transitar la crisis del bipartidismo español.

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