Panrico, cinco meses de una huelga que está haciendo historia

Después de que el Gobierno y la patronal lanzaran la Reforma Laboral, miles de empresas están golpeando a sus trabajadores y trabajadoras aplicando salvajes ajustes y planes de viabilidad. La receta es siempre parecida: fortísimas rebajas salariales, pérdida de conquistas, más precariedad, miles de despidos y en el peor de los casos cierres de empresa.

Estos sangrantes ataques se están llevando adelante también en grandes empresas, algunas de ellas emblemáticas, de esas “de toda la vida”, como PANRICO o Coca-Cola. Sin embargo, la patronal se está encontrando con importantes luchas de resistencia. Una de las más duras es la de los trabajadores y trabajadoras de PANRICO en la planta de Santa Perpetua de la Mogoda -El Vallès-, que ya se ha transformado en un emblema de lucha y resistencia en todo el Estado.

A por todas desde el principio… ¡A por el “0,0”!

La patronal, nunca creyó que las trabajadoras y trabajadores de PANRICO resistirían por tanto tiempo. Nada menos que 5 meses de huelga. Desde el comienzo decidieron enfrentar el plan de viabilidad propuesto por la empresa convocando una huelga indefinida, y que todo se decidiera en la asamblea de trabajadores. Ya habían aprendido la lección en 2012. En aquel momento estuvieron a punto de empezar una huelga contra los recortes salariales del 25% que quería imponer la empresa. Pero finalmente la dirección de CCOO la levantó conchabada con la empresa y la Generalitat, y el tijeretazo salarial pasó.

La empresa comenzó el conflicto con la propuesta de 2.000 despidos y una rebaja de entre el 30 y el 40%. Para sembrar miedo decidió no abonar la nómina de septiembre y anunciar un pre-concurso de acreedores. Ante esto, los trabajadores de Santa Perpetua respondieron con un lema que ya es histórico: ¡0 despidos, 0 recortes!

La traición de la burocracia sindical no se acepta, la huelga se endurece

La primera semana de huelga estuvo marcada por duras cargas policiales que buscaban dejar entrar a los esquiroles y vaciar el stock. La Generalitat no dudó en desplegar un dispositivo de más de 100 antidisturbios para lograr este objetivo. Fueron semanas duras, en las que la dirección de la Federación Agroalimentaria de CCOO a nivel estatal hizo todo lo posible para que ninguna otra planta se sumara a la huelga. Es más, permitieron que se aumentara la producción y las horas extras y que de esta forma se cubriera parcialmente el mercado catalán.

Aun así los trabajadores resistieron. Ya desde el inicio organizaron una caja de resistencia que comenzaron a pasar por empresas, mercados, facultades… Fueron a apoyar a otras empresas en lucha, como Alupu, y otras luchas populares como la de la PAH. La idea de la solidaridad y el apoyo mutuo fue muy tempranamente entendida por decenas de obreros y obreras que estaban haciendo su primera gran experiencia de lucha.

En noviembre llegó el acuerdo de la traición. En la Comisión Negociadora a nivel estatal todos los representantes de UGT y 3 de CCOO aceptaron el plan de viabilidad definitivo de la empresa -un ERE que afecta a 745 trabajadores y una rebaja de un 15% el salario-. Fue un momento crítico. En Santa Perpetua, la dirección del sindicato y una parte del mismo Comité de Empresa intentaron que la huelga se levantase, aludiendo que podía tornarse en ilegal por ser ya un acuerdo firme. Sin embargo los trabajadores y trabajadoras estaban más convencidos que nunca de que debían luchar hasta el final para echar atrás los despidos y las rebajas salariales. Además el acuerdo castigaba su actitud de luchadores con una cifra de despidos (154), muy superior a los 30 planteados inicialmente.

En ese momento emprendieron una nueva etapa de su lucha en todos los frentes. Durante semanas estuvieron bloqueando el reparto de los productos traídos de otras factorías. Al principio en los almacenes de la empresa y después en las naves que esta alquiló en el puerto para intentar disminuir la eficacia de los piquetes contra los camiones. Pero al mismo tiempo sacaron el conflicto hacia afuera. Fueron desplegando esa solidaridad necesaria entre trabajadores y dando a conocer el conflicto, visitando otras empresas de la zona, acudiendo a las puertas de empresas en lucha como Coca Cola o ALSTOM, dando numerosas charlas, montando mercadillos solidarios, haciendo manifestaciones. Así organizaron el primer encuentro de empresas en lucha y solidaridad con PANRICO y también comenzaron a salir a otras regiones del Estado español llevando y recibiendo solidaridad, poniéndose en contacto con otras luchas como la de Tenneco o la de Coca-Cola Fuenlabrada.

La solidaridad con la huelga: “PANRICO somos TODOS”

Junto a esta gran experiencia de lucha, se desarrolló el Grupo de apoyo a la lucha de PANRICO, una institución que ha sido clave en el apoyo hacia los trabajadores. En la práctica, un comité integrado por diferentes asociaciones de vecinos, movimientos sociales y organizaciones políticas y sindicales, y que día a día ha permitido generar una mayor amplitud a la lucha de los trabajadores, actuando como una herramienta más de la lucha de PANRICO. De esta forma, las trabajadoras y trabajadores han conseguido crear a su alrededor una gran corriente de apoyo y simpatía que pudo verse en la pasada manifestación del 7 de febrero en Sabadell o en la que tendrá lugar el 1 de marzo en Barcelona, y cuya contracara es la participación de los trabajadores y trabajadoras de PANRICO en muchas movilizaciones obreras y populares, como la reciente movilización contra la Ley del Aborto de Gallardón. Con su acción han demostrado que su lucha va en la misma dirección que las del resto de trabajadores y sectores de la población que están luchando. Esta corriente de apoyo es especialmente fuerte en la zona del Vallés, donde ya es una realidad el lema de «PANRICO somos TODOS».

La dirección de CCOO aísla el conflicto

En todo este tiempo la actitud de la dirección de CCOO ha dejado mucho que desear. Toda la simpatía recogida, los más de 60.000 € de la caja de resistencia, los efectos sobre la caída de ventas de PANRICO en Catalunya, han sido obra de los mismos trabajadores aún a pesar del nulo apoyo por parte del sindicato. Éste pareciera que ha apostado, después de que sus maniobras para levantar la huelga tras la firma del acuerdo en Madrid fracasasen, por dejar morir por cansancio esta gran lucha. Si no, no se explica que no haya movido ni un dedo para fortalecer su caja de resistencia, realizar acciones de solidaridad en otras empresas del Vallés o el ramo de la alimentación, o impulsar la coordinación con el resto de fábricas en lucha donde también dirige CCOO.

La realidad es que, en parte, no le faltan motivos para no apoyar esta huelga. El huelgón de PANRICO ha puesto en cuestión el “es lo que hay” que CCOO plantea en muchas empresas, favoreciendo que los trabajadores acepten malos acuerdos sin apenas movilizaciones. Si por ellos hubiera sido, el plan de viabilidad se hubiera negociado sin lucha, con lo que ya sería un hecho los despidos y rebajas. El programa de esta lucha, el “0,0”, choca de frente con la lógica de intercambiar despidos por indemnizaciones o recortes de salario. Pero además esta lucha es un ejemplo de como la asamblea manda y el Comité de Empresa y los dirigentes sindicales obedecen. La asamblea impuso ir a la huelga, la asamblea desbarató los intentos por levantarla y la asamblea sigue hoy imponiendo que la forma de lograr el “0,0” es continuar la lucha, extenderla y tratar de ligarla a otros sectores obreros y populares en lucha. Incluso en las últimas semanas los trabajadores han logrado imponer que se realicen asambleas semanales para discutir como continuar y que en las reuniones del Comité de Empresa haya también observadores de los diferentes grupos de activistas.

Esta actitud ha llevado a que muchos de los afiliados a CCOO de la planta (la inmensa mayoría) hayan protestado por diferentes vías ante la dirección del sindicato. El temor a que estas críticas se extiendan y puedan empalmar con otros sectores descontentos de la base ha hecho que la dirección haya tenido que salir a dar muestras de apoyo a la lucha. Sin embargo es necesario seguir exigiéndoles para que las palabras se transformen en hechos concretos.

La Generalitat continúa favoreciendo a la empresa

Entre tanto el Govern de la Generalitat viene jugando un pérfido papel. Trata de presentarse como un mediador interesado en la continuidad de la planta, pero en la práctica por el momento casi todos sus movimientos benefician en exclusiva a la empresa. Primero fue la intervención de los Mossos. Después retrasó hasta dos meses la resolución de la inspección de trabajo que declaraba que la empresa al traer mercancía de otras plantas a Catalunya está vulnerando el derecho de huelga. Después negándose a emitir sanción alguna por este hecho. Y la última, dejando la sanción en 6.200 ridículos euros. Artur Mas se llena la boca de “fem pais” pero su fidelidad de clase le lleva a ser el escudero de una empresa propiedad de un Fondo de Inversión buitre dirigida por un tiburón sin escrúpulos como Carlos Gila. Este doble discurso debe ser denunciado y hacerle pagar al Govern su papel en este conflicto hasta forzarle a que tome medidas que beneficien a los trabajadores, empezando por sancionar como se debe a cada camión que la empresa pretenda meter en Catalunya.

Un conflicto que puede y merece triunfar

La lucha tiene abiertos varios frentes. En el judicial, el 13 de febrero se celebró el juicio que resolvía si la huelga era legal o ilegal, y todo apunta a que el resultado va a ser favorable a los trabajadores. El 20 de marzo en la Audiencia Nacional tendrá lugar el juicio de impugnación sobre todo el plan de viabilidad. Los intentos de la empresa y la Generalitat para que esa impugnación se retire, pueden interpretarse como buenos augurios para los trabajadores.

Pero sin duda la clave sigue estando en la movilización, en ver cómo se fortalece la lucha. El lema “PANRICO somos TODOS” debe ser un clamor de todos aquellos que enfrentan ataques parecidos en otras empresas y otras demandas en contra de que los trabajadores y el pueblo paguemos esta crisis. Y esto debe ser dirigido tanto a la empresa y los buitres que la manejan como a los gobernantes que como Artur Mas viene jugando a su favor.

Por un lado continuar engrosando la caja de resistencia con acciones y colectas entre trabajadores y otros sectores. Incluyendo la exigencia a todos los sindicatos, partidos y parlamentarios a que hagan aportes significativos a la misma. Al mismo tiempo, es necesario fortalecer la corriente de apoyo con PANRICO, para que la huelga siga fuerte y que permita imponerle a las direcciones de CCOO medidas eficaces de lucha en su apoyo, como un paro solidario en el sector de alimentación o en el Vallés.

De este modo la lucha de Panrico no sólo puede triunfar, sino que puede transformarse en un polo de coordinación al resto de luchas en curso tanto en Catalunya como en el resto del Estado. La solidaridad y acciones conjuntas entre Panrico y Coca Cola Fuenlabrada vienen siendo un gran paso en este camino. ¡Porque si triunfa Panrico, triunfamos todas y todos!

 


 

Madrid. Importante acto de solidaridad y por la coordinación de las luchas. ¡Panrico y Coca Cola, la lucha es una sola!

El pasado 14/2 se realizó un importante acto en apoyo a la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Panrico y Coca Cola, organizado por el Comité de apoyo a las luchas obreras que constituimos un grupo de trabajadores de distintos ámbitos laborales, junto con integrantes de colectivos vecinales, organizaciones políticas y sindicales de la izquierda alternativa. La actividad contó con la presencia de decenas de trabajadores y trabajadoras de distintos sectores del ayuntamiento de Madrid, de jardinería y limpieza viaria, EMT, correos, una importante delegación de Coca Cola, así como distintas compañeras y compañeros de colectivos políticos y sociales, entre ellos las y los militantes de Clase contra Clase y la Agrupación de mujeres Pan y Rosas.

En la mesa estuvieron el compañero Miguel Serrano de Panrico Santa Perpetua y Alberto Pérez del Comité de Empresa de Coca Cola Fuenlabrada. La presentación estuvo a cargo de la compañera Loreto, trabajadora jardinera del ayuntamiento de Madrid, que resaltó que el acto convocado era en solidaridad y por la coordinación de las luchas obreras. En una emotiva intervención, Miguel explicó la lucha de Panrico y reivindicó la valentía y decisión de luchar de toda la plantilla de Santa Perpetua, que ya lleva 5 meses de huelga indefinida. En ese marco cuestionó el papel de los sindicatos mayoritarios ante el conflicto, que desde el primer momento desoyeron la voz de la mayoría de la plantilla que rechazó el ERE en todo el Estado.Destacó también que ante la decisión de la plantilla de Santa Perpetua de seguir la lucha con la huelga indefinida hasta conseguir el objetivo de “0 despidos, 0 rebajas salariales”, se han negado a promover la coordinación con otros sectores, una razón más por la que “es necesario reinventar los sindicatos para que vuelvan a ser herramientas de lucha de los trabajadores”. Finalmente, destacó el apoyo recibido por parte de los comités de apoyo, plataformas de solidaridad obrero estudiantiles y diversos colectivos de la región, que consideró un apoyo fundamental para mantener la lucha, junto al coraje de los trabajadores y esos “héroes anónimos” que son sus familias que los sostienen cada día al volver a casa. Culminó haciendo un llamamiento a los sindicatos a jugarse por la lucha de Panrico, brindando una solidaridad y apoyo efectivos y a unificar las luchas en curso.

Por su parte, el compañero Alberto de Coca Cola comentó la importancia pelea que están llevando adelante contra una empresa que tiene beneficios millonarios. Destacó la gran presencia mediática que está teniendo el conflicto como consecuencia de la huelga, las manifestaciones permanentes y el boicot lanzado por los trabajadores a los productos de la marca, que ya comienza a preocupar a la patronal por las enormes bajas de las ventas que está sufriendo. Planteó también que la lucha no va a cesar hasta no alcanzar el objetivo de tirar abajo el ERE y que no se cierre ninguna planta de Coca Cola en todo el Estado. Al mismo tiempo, señaló la importancia de la solidaridad obrera y de los colectivos sociales y vecinales para que los conflictos no queden aislados, como vienen haciendo con gran éxito las y los compañeros de Coca Cola en Fuenlabrada, y culminó haciendo un llamado a seguir apoyando la lucha y el boicot a los productos de Coca Cola, así como avanzar en “la socialización de las luchas”, en línea con las palabras que poco antes había expresado el compañero de Panrico.

Ya en el debate, numerosas intervenciones de compañeras y compañeros presentes enfatizaron la necesidad de avanzar en la coordinación y enfrentar la pasividad y el divisionismo que imponen los sindicatos mayoritarios.

Al finalizar, Miguel lanzó la propuesta de apoyar a los compañeros de Panrico que el día 20 de marzo viajarán a Madrid por el juicio ante la Audiencia Nacional contra el ERE que mantienen con la empresa. Entre los y las integrantes del comité de apoyo que impulsamos el acto nos quedamos muy contentos por la actividad. Ahora el desafío es seguir sumando personas, colectivos sociales, organizaciones políticas y sindicales que piensen que es necesario abrir espacios de confluencia de las distintas luchas para, desde la unidad, sumar fuerzas.

 

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