El PP y la “respuesta” represiva como solución ante la cuestión catalana

El presidente de Gobierno, el ministro de Justicia y el presidente del Tribunal Constitucional, en síntesis, el ala dura del Partido Popular, amenazan aplicar todo el peso de la ley para frenar el proceso democrático de Catalunya por el derecho a decidir.

Ofensiva centralista

El Presidente Rajoy viene alertando desde hace varios días que aplicará todo el rigor de la ley en caso que Mas y Junqueras sigan por la senda independentista. El ministro Rafael Catalá hablaba de utilizar el artículo de 155 de la Constitución para imponer, judicialmente o enviando a las fuerzas de seguridad, la voluntad del Gobierno Central.
En un sentido similar se pronunció Francisco Pérez de los Cobos, el Presidente del TC. Más claro aún fue el Ministro de Asunto Exteriores, Margallo, diciendo que el «saltarse las reglas del juego conduce a la arbitrariedad o a la dictadura». Pero si el PP es el partido heredero directo del franquismo, de qué dictadura nos hablan. Poco a poco, están convirtiendo esta democracia para ricos en una democracia blindada.

La aplicación del artículo 155 abre las puertas a la suspensión de la autonomía y a que el Gobierno Central se encargue de las decisiones referentes a la Comunidad Autónoma.

Otra muestra más de la intención recentralizadora de las filas del PP. Desde Hacienda están apretando a todas las Comunidades ahogándolas con las exigencias presupuestarias y ahora, sino cumples todo, te envío la policía.

La burguesía y el derecho de autodeterminación

A los centenares de miles que se vienen movilizando por el derecho de autodeterminación, el Gobierno del PP (y también la “oposición” del PSOE) simplemente les dice que eso no cabe en la Reaccionaria Constitución del ’78, y que se adecúen a las restrictivas normas para modificarla.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se propone realizar un Proceso Constituyente para cambiarla, pero respetando las reglas que en el 78 impusieron el PSOE, el PCE y el búnker franquista de la mano de Juan Carlos I (y que también firmó Convergència i Unió).

Esto es lo único que la burguesía de la península puede ofrecer ante un derecho tan básico, como es el de autodeterminación: respetar la Constitución que lo niega o volver a recentralizar los ámbitos de decisión en el Gobierno de Madrid.

Ante ésa opción, los representantes políticos de la burguesía catalana, con Artur Mas a la cabeza, siguen pidiendo un proceso soberanista “dialogado” con quienes lo niegan. Es más fácil que olmo nos dé peras.

La burguesía catalana, nerviosa, está surfeando entre el apriete del centralismo español y un movimiento de masas afectados por la crisis económica que quiere ya un referéndum.

¡Abajo la Constitución del 78!

El amplio movimiento democrático por el derecho a decidir de Catalunya, para poder imponer la realización de un verdadero referéndum, deberá transitar por un camino de independencia respecto de la burguesía y buscar aliados entre los trabajadores y los pueblos del resto del Estado Español.

Así podrá iniciar un Proceso Constituyente que acabe con la reaccionaria Constitución del 78 y ésta democracia para ricos, permita la realización de un referéndum en Catalunya y resuelva los reclamos de mayores libertades democráticas y los profundos problemas sociales.

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