La izquierda mexicana logró lo imposible y presenta dos maestros a la Constituyente

La fórmula de Sergio Moissen y Sulem Estrada logró arrancar a uno de los sistemas electorales más proscriptivos del mundo una candidatura a la Constituyente de la Ciudad de México.

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Conseguir el derecho a presentarse como candidato independiente en México es, según la prensa del país azteca un verdadero “via crucis”. La figura de “candidaturas independientes” se integró a la legislación electoral del país recién el 10 de febrero del 2014 con la llamada Reforma Política Electoral.

Ante las imposibles restricciones que tiene la izquierda independiente y las organizaciones de los trabajadores de constituirse como partido político y el hartazgo de millones frente a los partidos tradicionales, el autoritario régimen mexicano tuvo que abrir una ventana para descomprimir de algún modo el malestar social.

Pero lo hizo “a su manera”, es decir, volviendo el proceso un verdadero periplo. Para ser candidatos independientes a la Constituyente de la Ciudad de México, Sergio Moissen como titular y Sulem Estrada como suplente –y la militancia del Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS) que impulsa su candidatura- tuvieron que constituir una asociación civil, abrir una cuenta bancaria de difícil aprobación, tramitar una identificación especial frente al Sistema de Administración Tributaria (SAT), todo en una semana y lo más insólito ¡Conseguir 75 mil avales con firma y clave de elector en un mes!

La clave de elector es el número que distingue la credencial para votar que emite el Estado mexicano. Una vez entregadas, las firmas fueron sometidas a una escrupulosa revisión manual y luego electrónica, filtro que la mayor parte de los independientes no pasó. Los que pasaron, perdieron alrededor del 20% de las firmas que entregaron.

Los miembros del MTS –organización hermana del PTS de Argentina en México-, con decenas de amigos y simpatizantes, salieron a las escuelas, centros de trabajo, plazas públicas y vagones del Metro (el sistema subterráneo de transporte en la Ciudad de México) a conseguir las 100,000 firmas que se requerían para pasar todos los filtros necesarios, y lo consiguieron.

Cada vez que los grupos de tres a cuatro militantes, en particular de la juventud del MTS, entraban a los vagones del metro a hablar con la gente y convencerla de darle su apoyo a Sergio Moissen y Sulem Estrada, la policía capitalina los detenía, los llevaba a instalaciones policiales y los retenía hasta cobrar una multa y con amonestación. En muchos casos la gente protestaba y se enfrentaba verbalmente a la Policía.

Esta enorme campaña militante y la voluntad de arrebatarle al estado un derecho democrático elemental como es la participación en elecciones de la izquierda socialista conquistó un primer triunfo. Pero Sergio Moissen dice a Izquierda Diario “vamos por más. Vamos a poner todo lo necesario para llegar al Constituyente y decir lo que nadie va a decir, en primer lugar que los 100 diputados constituyentes que conformarán la Asamblea tendrían que ser elegidos por elección popular y no por imposición de Enrique Peña Nieto y el jefe capitalino Miguel Ángel Mancera”.

¿Qué se juega en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México?

Después de más de 10 años de “guerra contra el narcotráfico” y militarización, los principales partidos políticos que formaron parte del “Pacto por México”, integrado por el Partido de la Revolución Institucional (PRI) del actual presidente Enrique Peña Nieto, el ultraderechista Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), están absolutamente desprestigiados.

Dice Sergio Moissen a La Izquierda Diario que “el PRI no puede ganar electoralmente la Ciudad de México porque hay una relación de fuerzas conquistada y el movimiento de masas está harto de la antidemocracia, la asociación de políticos y narcotraficantes y de que se aprueben reformas que entregan el petróleo y privatizan la educación. La crisis abierta por la desaparición de los 43 compañeros normalistas de Ayotzinapa en la capital fue capitalizada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que hizo una buena elección el pasado 7 de junio. El PRI hizo un pacto con el PRD para evitar el ascenso del Morena y para que el partido de gobierno cuente con un aliado en el epicentro político del país y por eso la Constituyente esta amañada desde el inicio, lo que se demuestra e el hecho de que 40 diputados serán impuestos por EPN y Mancera. Además de que no quieren que esas profundas aspiraciones democráticas que una y otra vez se han expresado en las calles se salgan de carril. Por eso nuestra candidatura está exigiendo que lo mínimo elemental es que los 100 constituyentes tienen que ser elegidos por la votación popular”.

Hay hartazgo sobre todo en la juventud. Más aún en la capital del país que fue en los años previos epicentro de masivas movilizaciones contra la militarización, contra el regreso del PRI al poder que le dio impulso al movimiento #YoSoy132 y las imponentes movilizaciones por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Dice Sulem Estrada a Izquierda Diario que “los políticos del PRI, del PAN y del PRD son los mismos de siempre. Son los que tienen miles de corruptelas con el narco o hasta la trata, los que ganan millones y legislan a favor de los grandes empresarios. Incluso el Morena, que es visto muy bien por muchos compañeros y compañeras tiene entre sus listas electorales a exprístas, ex panistas y empresarios, y su propia dirección viene del PRD. Por eso nosotros decimos que todos los funcionarios de la ciudad tienen que ser revocables y cobrar como una maestra, como yo que cobro lo equivalente a 390 dólares al mes. La juventud está harta porque padece el outsourcing (la precarización laboral) y gana 40 dólares a la semana en la fábrica, las cadenas de comida rápida o los call center. Además muchos no pueden estudiar porque 255 mil jóvenes son excluidos año a año de la educación media superior y superior. Pues detrás de la actual lucha de los estudiantes politécnicos está este malestar. Nos quieren volver mano de obra barata para la inversión. Ya el sistema se ha vuelto una maquinaria de mano de obra barata”.

Sergio Moissen y Sulem Estrada vienen de otro lado. Sergio es un profesor precario como tantos que viven en la capital y da clases en la Universidad Nacional Autónoma de México y Sulem es maestra secundaria, afectada junto a cientos de miles por la reforma educativa. Ambos participaron de las luchas que han conmovido a la capital del 2011 al 2014 y hoy se proponen llegar a la Constituyente para decir lo que nadie más va a decir.