“Tenemos miedo de la policía” “La policía no ha cambiado y ‘Barcelona en Comú’ lo sabe”

El Ayuntamiento de ‘Barcelona en Común’ viene manteniendo una campaña de persecución policial y racista sobre los vendedores ambulantes del “top-manta”. A ello se suma la campaña de criminalización por parte de varios medios. Damos voz a uno de los “manteros” que sufren esta situación.

El jueves 3 de septiembre, Khadim, un joven trabajador de “top-manta” fue perseguido y golpeado por la Guàrdia Urbana de Barcelona. Fue en el marco de un duro operativo que contó con la participación de unidades anti-disturbios -UPAS- y que desembocó en unos enfrentamientos que han sido utilizados por el Ayuntamiento de Ada Colau para reforzar esta campaña policial y racista.

Tras la movilización volvió a prometer diálogo. Sin embargo al día siguiente la red de apoyo a estos vendedores ambulantes, “Tras la Manta”, denunciaba nuevamente en twitter nuevas batidas en el Puerto que dejaron a un “mantero” herido.

El pasado martes, los vendedores ambulantes, junto a diferentes colectivos y organizaciones solidarias se manifestaron hacia el Ayuntamiento para exigir el fin de la campaña policial contra los “manteros”, reivindicar sus derechos y protestar contra el racismo institucional.

Durante la manifestación aprovechamos para charlar con Khadim sobre lo que pasó aquel jueves y la persecución generalizada que se cierne sobre ellos. Una entrevista que esperamos sirva para dar voz uno de los sectores más desprotegidos y denunciar las graves acusaciones que desde los grandes medios de comunicación capitalistas se vierten contra ellos.

¿Qué motivos te empujaron para venir a Europa? ¿Cómo está la situación actual en Senegal?

Yo soy el más pequeño de mi familia. Primero se fueron mis hermanos y una vez instalados tuve que irme con ellos a Europa. Yo no quería venir, pero tuve que hacerlo para ayudar a mi familia. Vivir en África es muy duro, si no tienes dinero no puedes vivir normal.
Nuestra familia sigue en Senegal, donde hay mucha pobreza. Viven en la capital, Dakar, allí por suerte no hay tantos problemas, pero hay zonas muy pobres. Para conseguir trabajo y un sueldo en Senegal tienes que lucharlo tú mismo.

¿Cómo es el día a día para los vendedores ambulantes en Europa?

Es muy duro. La policía nunca nos deja tranquilos: estamos perseguidos, recibimos palizas y casi cada año tenemos muertos por la policía. Antes de llegar a Europa yo no sabía que esto estuviera tan mal, ni que hubiera tanto racismo. Es mucho peor que en Senegal, allí la policía no te pega por trabajar.

La idea de que los “manteros” son una mafia es falsa ¿De dónde sacáis todos los productos para la venta?

El diario ‘La Vanguardia’ nos acusa a los vendedores ambulantes de ser una mafia. Aquí no hay ninguna mafia, todos los productos los sacamos de Badalona: gafas, bolsos… todo lo sacamos de Badalona. Todos los productos llegan primero al puerto de Barcelona y allí lo dejan pasar todo, entonces ¿Por qué dicen que nosotros somos los mafiosos? No, si hay alguna mafia son ellos por dejar entrar la mercancía.

¿A qué crees que se debe el actual incremento de esta campaña persecutoria?

La policía y los grandes medios de comunicación están al servicio de las grandes marcas y los centros comerciales más poderosos. ‘La Vanguardia’ colabora con ellos publicando artículos diciendo que los vendedores ambulantes somos peligrosos y agresivos. Aquí no hay ningún delincuente. Lo único que tenemos es la manta y nos la quieren quitar entre todos.

El jueves pasado fuiste víctima de la represión policial ¿Qué pasó exactamente?

Yo soy vendedor ambulante. Ese día, me paró una pareja de la policía en las proximidades de una de las estaciones de metro del centro de Barcelona, en Plaza Catalunya. Querían los papeles y les dije que no los llevaba, entonces tras hablar con ellos unos instantes, se acercaron más agentes y empezaron con los empujones, insultos racistas y a tratarme como un animal.

Mis compañeros intentaron registrar todo pero otros agentes lo impedían. Había como unos cuarenta agentes de la Guàrdia Urbana en la calle. Yo estaba seguro que me darían una paliza, así que intenté entrar corriendo a la estación y me encontré más policías. Había tres policías que conozco bastante bien, dos de uniforme y otro de paisano, esos son los que me empezaron a pegar, me jodieron la pierna y me dejaron allí. Yo voy a denunciarlos por todo lo que me han hecho.

¿Acciones como estas son más cotidianas de lo que se enseñan en los medios?

La policía aquí siempre nos está vigilando. Si quieren pillarnos lo tienen muy fácil en medio de la calle, pero también saben donde vivimos y muchas veces se ponen cerca de nuestras casas para intimidarnos. A mi hermano en particular lo tienen muy vigilado, incluso una vez me confundieron con mi hermano y empezaron a acusarme sin ningún sentido.

En verano es lo normal, porque hay mucha gente interesada en comprar nuestros productos, entonces la policía nos está más encima. En verano es cuando tenemos más ventas y la policía nos persigue. A partir de octubre vas a ver como no hay ningún problema con la policía, nos ven con la manta pero como no tenemos ventas no nos persiguen ni nos provocan problemas.

¿Cómo estáis viviendo este incremento de la actual campaña persecutoria?

Con miedo. Cuando acabe el conflicto yo quiero volver a mi país, porque no estoy aquí para que me peguen. Nos están tratando como a animales. Son muy racistas, por eso nos tratan así. ¿Por qué nos persiguen como si fuésemos criminales? Los bancos están ahí ¿Por qué no persiguen a los banqueros corruptos?

Existe también una campaña mediática entre los medios informativos y la policía para desprestigiarnos y que la gente piense que somos delincuentes. La policía y algunos periódicos dicen que el jueves hubo cuatro policías heridos y eso no es verdad. ¿Cómo puede ser que nos acusen de tirar piedras? Dicen eso para meternos miedo y no denunciar, pero vamos a seguir hasta el final porque no hemos hecho nada malo, ni tiramos piedras ni pegamos a ningún agente.

¿Cómo valoras la intervención del nuevo Ayuntamiento en vuestro caso? ¿Crees que desde ’Barcelona en Comú’ se podría acabar con este conflicto?

El Ayuntamiento no sabe lo que pasa en la calle. Si quieren saber lo que pasa en la calle deben hablar con los que estamos en la calle, con los vendedores ambulantes. La policía de Barcelona, la Guàrdia Urbana, forma parte del Ayuntamiento. Cuando hay conflicto entre los vendedores ambulantes y la Guardia Urbana el Ayuntamiento nos culpa a nosotros. El jueves mientras la policía me empujaba y me insultaba, les dije a mis compañeros que lo grabaran para que se pueda ver que nosotros no armamos ningún problema. Los que no están en la calle no saben lo que pasa con nosotros.

No lo sé, no sé si van a acabar con todo esto. Yo llevo aquí seis años y la policía siempre ha hecho lo mismo. La policía no ha cambiado, la policía secreta, esos que vienen a crear conflictos no han cambiado, son los mismos de siempre y los de ‘Barcelona en Comú’ lo saben. No sé si los del Ayuntamiento tienen interés en solucionar este conflicto a favor nuestro, ellos son los que mandan a la policía para que nosotros no pongamos las mantas.

¿Qué te parece la política de ‘Barcelona en Comú’ de dar apoyo a los miles de refugiados en toda Europa y en cambio a vosotros os manda la policía?

Me parece bien que quieran dar apoyo a los refugiados ¿Pero a los vendedores ambulantes no pueden ayudarnos?

¿Conocías a Mor Sylla? El vendedor ambulante muerto por la policía en Salou este verano

A Mor lo conocía de pasada, no lo conocía personalmente. Algunos compañeros de Salou que vienen a Barcelona nos dijeron que Mor era muy buena persona y que no se suicidó, fue la policía. Nosotros, aquí en Barcelona, sentimos mucho la muerte de Mor. Sabemos que también hubo españoles y catalanes que lo sintieron mucho.

¿Cómo intentáis organizaros ante esta campaña represiva?

Es muy complicado, los compañeros tenemos miedo de la policía de Barcelona, miedo de que nos traten mal y nos den palizas. Por eso, cuando intentamos organizarnos, algunos de los compañeros retroceden. El jueves cuando pregunté a algunos compañeros si querían ser testigo del conflicto en el que me metieron, algunos de ellos me dijeron directamente “tengo miedo tío”. Tenemos miedo de organizarnos. Por ejemplo, tras el juicio por la muerte de Mor Sylla en Salou, la policía fue a las casas de los compañeros que testificaron y se los llevaron.

En Salou los compañeros se organizaron tras la muerte de Mor. Pero una cosa te digo, esa muerte no le va a causar ningún problema a la policía, los agentes que lo mataron no van a tener ningún problema ni nadie se atreverá a testificar contra ellos, es muy difícil. Yo creo que una persona sola no puede hacer nada pero entre todo el grupo creo que podemos hacer algo más.

¿Sientes que algunos sectores de la sociedad se están solidarizando con vuestra causa?

Sí, hay algunas organizaciones en el barrio del Raval que intentan ayudarnos. Hay gente de aquí que se solidariza con nosotros. El jueves había personas que se estaban preocupando por mí. En todos los países hay gente buena y gente mala, pero creo que falta más apoyo.

Por último ¿Qué mensaje enviarías a la sociedad? ¿Y a las organizaciones políticas?

Quiero decir a la gente que los trabajadores ambulantes no somos ninguna mafia ni somos peligrosos como dice la policía y los medios de comunicación. Yo voy a seguir con toda esta lucha hasta el final, pero me gustaría que hubiera más solidaridad.

Para resolver este problema, hace falta que los partidos políticos como ‘Barcelona en Comú’ sepan lo que pasa en la calle, que nos llamen o que nos vengan a ver y nosotros se lo explicamos. Falta que el Ayuntamiento ponga el pie en la calle. Nosotros no somos ningún problema, la policía provoca los problemas.

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