Se endurece el golpe contra Catalunya: ¡Libertad presos políticos! ¡Huelga General Ya!

El encarcelamiento y las órdenes de detención contra el Govern confirman la apuesta autoritaria del Régimen del ‘78 contra Catalunya. El primer paso de una restauración reaccionaria en todo el Estado. Solo una gran movilización social que incorpore a la clase trabajadora y se extienda a todo el Estado podrá pararlo.

La decisión de la Audiencia Nacional de enviar a prisión preventiva sin fianza al vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, y otros siete consellers, así como las órdenes internacionales de detención dictadas contra Carles Puigdemont y los cuatro consellers que se encuentran en Bélgica, constatan la firme voluntad del Régimen del 78 de imponer una salida autoritaria a la crisis catalana y contra el gran movimiento democrático catalán. Ocho presos políticos más que vienen a sumarse a los dos presidentes de ANC y Ómnium que ya cuentan con 16 días en Soto del Real.

La gran coalición que está detrás de este golpe institucional tiene al Rey y al gobierno de Rajoy a la cabeza, con el apoyo del PP, el PSOE, el PSC y Cs, toda la Judicatura que actúa a su dictado, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y las instituciones y gobiernos europeos.

Esta entente reaccionaria encarcela a un gobierno electo por el voto popular como vía para aplastar el movimiento independentista mediante unas elecciones totalmente teledirigidas para favorecer una victoria del frente constitucionalista y reprimir cualquier disidencia. Unos comicios impuestos con el 155 que pretende desconocer la voluntad popular expresada el 1-O, con la principal dirección del proceso soberanista en la cárcel o en el extranjero con órdenes de detención, con la amenaza de nuevas querellas, nuevos encarcelamientos -como el que pende sobre la Mesa del Parlament-, posibles ilegalizaciones de partidos o entidades, prohibición de huelgas o movilizaciones… y todo bajo la tutela de 17.000 mossos bajo la dirección del Ministerio del Interior y más de 7.000 policías nacionales y guardias civiles.

El gobierno autonómico que quieren imponer con este golpe necesitará de estos métodos bonapartistas para poder gobernar y hacer pasar su programa recentralizador. A su vez, este “modelo” será exportable para el resto del Estado. El bloque monárquico quiere comenzar en Catalunya una restauración en clave recentralizadora y autoritaria del Régimen del ‘78. Cerrar su crisis alentando un españolismo reaccionario que sirva de fundamento de “otra forma de gobernar”, con derechos y libertades democráticas cercenados y cada vez más apoyado en la Judicatura y la represión policial. Este es el horizonte que dibujan para Catalunya y el resto del Estado desde la Zarzuela, Moncloa y Ferraz.

Para parar este golpe es urgente poner en pie un vasto movimiento contra el golpe del 155, por la libertad de todos los presos políticos y la defensa de la república catalana. Si en adelante la hoja de ruta es presentarse a las elecciones del 21D y alguna movilización ciudadana puntual, la derrota del movimiento independentista está más cerca.

Es imprescindible una gran movilización que, retomando la experiencia previa al 1-O y sobre todo del 3-O, debe basarse en la extensión de la autoorganización a todos los barrios, centros de estudio y trabajo, a la organización de paros y asambleas, huelgas sectoriales en la administración, educación o medios de comunicación públicos en rechazo al 155 y preparar una nueva huelga general, como ya demandan miles en las concentraciones y algunas entidades.

Como ha venido pasando en todo el proceso, y en especial en las últimas semanas, la disposición de la gente a movilizarse y hasta a poner el cuerpo, está muy por delante de la dirección, que desde el 3-O ha trabajado por una “vuelta a la calma”. Hoy hemos vuelto a ver a decenas de miles salir a la calle en repudio a los nuevos encarcelamientos y sonoras caceroladas en barrios y pueblos. Por eso es clave el rol que puedan jugar en los próximos días los diversos actores del movimiento independentista y la izquierda.

La dirección del procés, que hoy sufre de forma más directa el golpe represivo del Estado, se negó a rechazar las elecciones del 21D, llamar a su boicot y organizar la defensa y resistencia después de la proclamación de la República catalana y la aprobación del 155 en el Senado. Una inacción que ha sido aprovechada por el Estado para hacerse con el control de la administración catalana, movilizar al españolismo y grupos fascistas y asestar el golpe brutal de este jueves.

El rechazo de Junts pel Sí, ANC y Ómnium a poner en pie una gran movilización social en los pasados días es parte de una estrategia que sigue apostando a la ilusión de mediación de la misma UE que hundió al pueblo griego. Una estrategia que es impotente tanto para conseguir la república como para parar el golpe en curso. Porque, en definitiva, lo que teme es a que pueda desarrollarse un movimiento independiente basado en los sectores populares y la clase trabajadora que puedan querer avanzar en conquistar demandas sociales que enfrenten a los propios partidos de la burguesía catalana.

La CUP, que hasta ahora venía aceptando el plan del Govern y las entidades soberanistas, ha llamado a la movilización y a preparar una nueva huelga general. La izquierda sindical, que el 3-O jugó un rol muy importante para que la clase trabajadora participara en este movimiento con sus propios métodos de lucha y parte de sus demandas, tiene ahora la oportunidad de volver a jugarlo. Estas fuerzas deberían ponerse a la cabeza de la masificación, extensión y coordinación de los Comités de Defensa de la República en barrios, centros de trabajo y estudio, promover asambleas en los centros de trabajo y preparar un plan de lucha obrero y popular.

Podemos, Izquierda Unida y los “comunes” han criticado el 155, pero al mismo tiempo que se negaban a reconocer el resultado del 1-O y la república catalana, a convocar movilización alguna contra la represión o a romper los pactos con los socialistas. Una política que solo ha contado con la oposición de Podem, aunque al precio de que Pablo Iglesias lo interviniera con su propio 155. La burocracia sindical de CCOO y UGT se ha ubicado de la misma manera, incluso llegando a animar a los trabajadores públicos que aceptaran las nuevas autoridades del 155. Las palabras de sus principales figuras por la libertad de los presos políticos, para ser creíbles, deberían ir seguidas de la convocatoria a movilizaciones en todo el Estado y paros y medidas de fuerza en todos los centros de trabajo.

Para poder derrotar el golpe todas las fuerzas que rechazan el golpe y exigen la libertad de los presos políticos deben impulsar sin demora una gran movilización contra el Régimen del 78 y la Corona que lleve a una huelga general en Catalunya y el resto del Estado.

Al mismo tiempo, desde la CRT, como parte de esta lucha, consideramos que la situación actual ha puesto sobre la mesa el debate sobre qué dirección necesita el movimiento. Para nosotros es necesario construir una dirección desde la clase trabajadora y los sectores populares que sea alternativa al “procesismo”. Que se proponga la conquista de la república catalana por medio de la más amplia movilización social, incorporando a los sectores de la clase trabajadora que hoy no son parte por desconfianza en su dirección burguesa y pequeñoburguesa, para lo cual es clave incorporar a la lucha las principales demandas sociales contra el paro, la precariedad o la defensa de los servicios públicos. Que luche por tanto por conquistar un proceso constituyente verdaderamente libre y soberano y pelear por una república que sea de los trabajadores y socialista, no de los capitalistas catalanes.

Una lucha que no concebimos separados del resto de los sectores obreros y populares del resto del Estado. En Catalunya hoy se dirime también si el Régimen del 78 podrá imponer una restauración reaccionaria sobre la que poder pasar los ajustes y contrarreformas pendientes. Por eso es fundamental extender la lucha contra la Corona y el Régimen del 78 al resto del Estado, para que los y las trabajadoras del resto de territorios apoyen la lucha del pueblo catalán e impongan un proceso constituyente que acabe con la Monarquía y abra el camino a una libre federación de repúblicas socialistas ibéricas.

¡Súmate a la CRT para luchar por esta perspectiva!

Foto del avatar

About Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT)