Movimiento estudiantil: ¿el retorno de las asambleas de base?

Sectores del movimiento estudiantil pelean porque el movimiento se extienda y masifique por medio de asambleas, a la vez que se retome la agenda de la lucha por una universidad gratuita y sin precariedad.

Desde el pasado jueves 21 el movimiento estudiantil viene poniéndose a la cabeza de la lucha por el derecho a decidir y contra la represión del gobierno central. Se cumple una semana de la ocupación del rectorado de la Universidad de Barcelona. Durante la semana se han dado lugar charlas sobre qué universidad queremos, actos de los que han participado diferentes personalidades políticas y protagonistas del procés, además de conciertos en los que se ha brindado toda la solidaridad al movimiento estudiantil.

Sin embargo, estas no han sido las únicas actividades que han tenido lugar. Para muchos estudiantes fueron muy limitados los espacios de debate donde se escuchasen sus propuestas de lucha y las reivindicaciones que debía tomar el naciente movimiento. Un grupo de ellos, ligados a diversas asambleas de facultad y colectivos como No pasarán o Pan y Rosas, se han comenzado a autoorganizar en el mismo Rectorado, tratando de reactivar y masificar las asambleas de centro.

Este sector, denominado “assemblea d’estudiants de base”, se ha ido haciéndo eco por las redes sociales consiguiendo que se sumen más y más estudiantes. Su principal objetivo: que el actual movimiento se constituya en la más amplia organización de base y democrática, por medio de asambleas y mecanismo de autorganización, y que la lucha contra la represión y por el derecho a decidir queden ligadas a la lucha por las reivindicaciones del movimiento estudiantil de los últimos años.

Esta respuesta de convocatoria expresa la necesidad de los estudiantes de hacer oír su voz y decidir de manera radicalmente democrática, de base y horizontal. Desde el sábado se vienen organizándo asambleas numerosas de estudiantes, no solo en cada facultad, sino también en el edificio histórico de la UB. Poco a poco se está avanzando en retomar el órgano democrático por excelencia de movimiento estudiantil que parecía haber sido olvidado: la asamblea.

Esto entra en confrontación con el planteamiento de los sectores que están a la cabeza del movimiento, la plataforma “Universitat per la República”, formada por el SEPC y las agrupaciones estudiantiles de ERC y el PDeCAT. Desde este agrupamiento se vienen oponiendo abierta o veladamente a que se convoquen y realicen asambleas, manteniendo así en la sombra una dirección de “facto” del movimiento que decide sin consultar a ningún estudiante si continúa o no la ocupación, si se convoca huelga, qué actividades se programan (y contraprograman en muchos casos a la misma hora que algunas asambleas) y sobre todo porqué de debe pelear.

Como trasfondo político de este frente está la limitación de la lucha a la defensa del referéndum y el rechazo a la represión, pero manteniendo la “unidad”… del bloque soberanista. De mencionar alguna demanda estudiantil ni hablar, tampoco de apoyar abiertamente medidas de lucha que no cuentan con el apoyo de ERC o el PDeCAT como la huelga general del 3 de octubre. Es la política de subordinación a la hoja de ruta de Puigdemont y Junqueras pero adaptada a la universidad y el movimiento estudiantil.

Pero para defender el derecho a votar el 1-O sin separar la pelea democrática contra la represión y por el referéndum, de la pelea social, en contra del desmantelamiento de la Universidad Pública, cada día más elitizada y privatizada, ¿hay que unirse a los responsables de los recortes que han saqueado la universidad pública, los causantes de todas las reformas que se han llevado a cabo (3+2, subida de tasas, Bolonia)?

Es decir ¿Hay que ir de la mano del PDeCAT? ¿A qué o a quién hay que esperar para luchar por la educación que queremos los y las estudiantes? Se trata de una pregunta que, sin dudas, cada vez retumba más entre amplios sectores del movimiento estudiantil.

La posición de los “estudiantes de base” es clara y unánime: no solo hay que desarrollar una movilización independiente para defender el derecho a decidir hasta el final, si no que ahora es el momento de levantar también nuestras reivindicaciones: luchar por una educación pública y gratuita sin precariedad a la vez que defendemos el derecho a decidir.

Desde la asamblea de la Facultad de Ciencias de la UAB se propuso realizar una asamblea central el miércoles, la víspera del inicio de la huelga de 48h. Fue convocada con días de antelación en Plaza Universidad. Pero, qué sorpresa, al llegar al lugar se encontraron con un concierto y un acto organizado por “Universitats per la República” en las horas previas.

Los mismos que teniendo la fuerza y el poder de convocatoria no quisieron llamar a asambleas, ni a debates, ni a abrir ningún espacio de discusión, sino sólo actos y charlas donde la voz de los estudiantes quedara borrada por música, o directamente por los ponentes de ERC o el mismo PDeCAT.

Un hecho que provocó la indignación entre los estudiantes. Así lo expresaba Pere Ametller, de la agrupación estudiantil No Pasarán, «Claramente, esto es el intento de silenciarnos, de hacernos invisibles. Universitats per la República ha organizado este acto haciéndolo coincidir con nuestra asamblea, porque no quieren que las voces críticas sean públicas, como desde hace días… aunque tienen un gran poder de convocatoria no quieren llamar a asambleas. El SEPC debería romper con esa línea y sumarse a la lucha por asambleas masivas. Solo nos convocan a los estudiantes a venir a actos cerrados donde la voz de los estudiantes queda completamente diluida”.

Lejos de desanimarse en su ambicioso objetivo, la asamblea se movió de la plaza al rectorado ocupado. Allí más de 200 estudiantes se juntaron a debatir cómo tenían que organizarse de cara a las huelgas estudiantiles del 28 y 29, cómo defender el derecho a decidir del pueblo catalán y cómo prepararse para la huelga general del 3 de octubre.

Además, se propuso la creación de un bloque unitario de toda la comunidad educativa que fuese también abiertamente crítico a la política de quienes se han puesto a la cabeza del movimiento. Una propuesta que fue secundada de manera unánime.

Marta Clar, de la agrupación estudiantil No Pasarán, saludó la asamblea masiva y sostuvo que “la mejor manera de defender el referéndum y el derecho a decidir del pueblo catalán, es participar en la agenda de movilizaciones que se llevarán a cabo en estos días, pero con una agenda propia del movimiento estudiantil».

Señaló la necesidad de «organizarse desde las bases, horizontalmente y de forma absoluta y radicalmente democrática» y propuso la necesidad «defender el derecho a votar el 1 de Octubre con métodos y programa diferente al de las élites políticas de JxSí». Criticó el rol que viene jugando esta nueva burocracia estudiantil que provoca la división de los estudiantes. Por eso defendió la necesidad de que el «bloque unitario fuese también un bloque crítico».

Una propuesta que se aprobó por unanimidad para encarar las próximas movilizaciones, y que tuvo una aparición muy masiva en la manifestación de este jueves, reuniendo a cientos de estudiantes de varias facultades e institutos.

Sobre la huelga general convocada el 3 de octubre, los y las estudiantes allí presentes tuvieron acuerdo en la necesidad de volver a retomar la unión entre el movimiento estudiantil y el movimiento obrero. Y por ello empezar a trabajar hacia la huelga general junto a profesores y personal no docente colegios, institutos y universidades.

Los estudiantes pusieron también sobre la mesa la cuestión de la ofensiva represiva del Gobierno del PP, con el envío de miles de efectivos entre Guardia Civil y Policía Nacional para cortar de raíz cualquier paso que se pueda dar en dirección a que el 1 de octubre el pueblo catalán pueda votar. Porque son conscientes, no solo de la posibilidad de cargas policiales, sino también de ataques de grupos fascistas de extrema derecha que se han citado en la ciudad condal.

En este sentido, Verónica Landa, de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, lanzó la propuesta de la necesidad de que la autoorganización del movimiento estudiantil incluya también la organización de la solidaridad. Añadió que había que volver a retomar aquella tradición de que cuando un compañero es detenido hay que dar una respuesta en solidaridad y exigir la puesta en libertad sin cargos. Además de plantear la propuesta de la creación de una red de solidaridad de todas las facultades allí presentes que trabaje en conjunto con la comisión anti-represiva previamente creada.

Para terminar, se aprobó la convocatoria de una nueva asamblea masiva para el próximo lunes día 2 de Octubre a las 20h en plaza universitat, para discutir la participación en la huelga general del 3 de octubre.

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